La Unión Europea y su compromiso con el ahorro energético

La UE ha establecido objetivos claros para reducir el consumo de energía y mejorar la eficiencia energética en sus Estados miembros. Estos objetos se basan en la Directiva de Eficiencia Energética y el Plan de Acción de Eficiencia Energética, que buscan reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Algunas de las últimas medidas adoptadas por el Parlamento Europeo, incluyen la introducción de etiquetas energéticas para electrodomésticos, que proporcionan información sobre el consumo de energía y ayudan a los consumidores a tomar decisiones más conscientes en su hogar. Además, se han establecido estándares de eficiencia energética para edificios nuevos y existentes, lo que ha llevado a la mejor a de la construcción sostenible y la reducción del consumo energético en el sector.

Beneficios del ahorrar energía

El ahorro energético no solo contribuye a la protección del medio ambiente, sino que también ofrece numerosos beneficios económicos y sociales. Al reducir el consumo de energía, se disminuye la dependencia de los combustibles fósiles y se promueve la utilización de fuentes de energía renovable. Esto no solo ayuda a combatir el cambio climático, sino que también mejora la seguridad energética y reduce los cambios bruscos en los precios de la luz y el gas.

Además, el ahorro energético puede generar ahorros económicos significativos tanto a nivel individual como empresarial. Las facturas de energía se reducen, liberando recursos financieros que pueden ser destinados a otros . Asimismo, la eficiencia energética impulsa la innovación y la creación de empleo en sectores relacionados, lo que beneficia a la economía a nivel colectivo.

Últimas medidas para ahorrar energía aprobadas por el Parlamento Europeo en 2023

En el llamado Pacto Verde Europeo (2021) se establecieron una serie de objetivos climáticos, que llevaron a una necesidad de replantearse la legislación actual sobre eficiencia energética del año 2018. Estas nuevas normas, aprobadas en el plan RepoweEU buscan una reducción considerable de los combustibles fósiles en Europa, principalmente aquellos de origen importado de otros países como Rusia, principalmente. Estas medidas son muy favorables para Europa, ya que ayudará a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y la implementación de energías renovables. El Parlamento Europeo pretende aumentar el objetivo de eficiencia energética del 32,5% de aquí a 2023.

En septiembre del 2022 se estableció minimizar nuestro consumo de energía en al menos un 40% para 2030, y del 42,5% en el consumo de primaria, en comparación con los últimos datos aportados en el año 2007. Desde este año, el Parlamento Europeo obliga a los países miembros a facilitar los permisos para la instalación de sistemas de energía solar en edificios que cumplan una serie de requisitos.

Por su parte, la Comisión Europea propone actualizar los Planes sobre eficiencia energética de los edificios (2021). Respaldado por el Parlamento Europeo en marzo de 2023, con planes para que el sector de la construcción sea más eficiente y neutro para el clima, como objetivo el año 2050.

Todas estas medidas en el rendimiento de los edificios en toda Europa. Entre ellas se encuentran: ayuda para reducir la factura energética, terminar con la pobreza energética, especialmente entre las mujeres y colectivos vulnerables, y  generar interiores saludables medioambientalmente.

En este sentido, a partir de 2028, los edificios de nueva construcción estarán obligados a ser de emisiones cero.

La importancia de ahorrar energía en el hogar

El ahorro energético es esencial para construir un futuro sostenible y combatir el cambio climático. La Unión Europea ha implementado medidas significativas para fomentar la eficiencia energética, y es responsabilidad de cada individuo contribuir al ahorro energético en su vida cotidiana. Juntos, podemos hacer una diferencia positiva en la preservación de nuestro planeta.

Cada persona puede contribuir al ahorro energético adoptando prácticas sencillas en su vida diaria. Apagar luces y electrodomésticos cuando no se utilizan, utilizar bombillas de bajo consumo (LED), aislamiento adecuado del hogar y utilizar transporte sostenible son solo algunas de las acciones que pueden marcar la diferencia. Estas acciones no solo ayudan a ahorrar energía y dinero, sino que también inculcan una conciencia ambiental que se extiende a la sociedad en su conjunto.